El siglo XX fue un periodo histórico muy convulsionado en la península coreana, ya que grandes cambios toman lugar; la imagen de la Corea contemporánea es difícil de imaginar al mirar solo unas décadas atrás. En la década de los ochenta el régimen militar era el común denominador al que se veían sometidos los ciudadanos y aunque muchos luchaban por una democracia, esta solo se va materializando hacia los noventa después de grandes pérdidas y momentos de zozobra para los coreanos. Gwangju – conocida como la “ciudad de la luz” y “la ciudad de la democracia, los derechos humanos y la paz” – es una de las ciudades que sufre uno de estos eventos trágicos: una masacre en el mes de mayo de 1980.
Recordemos algunos hechos históricos importantes, hacia finales de los años setenta los ciudadanos estaban descontentos con el gobierno de Park Chun Hee y con las medidas implementadas con el régimen Yushin. El 26 de octubre de 1979, el presidente Park Chun Hee fue asesinado por el director de la Agencia de Inteligencia Coreana (KCIA) Kim Jae Kyu, marcando el final de la dictadura de 18 años; sin embargo, esto no detuvo el descontento de los ciudadanos. Y tras su asesinato se declaró la ley marcial en toda Corea del Sur, excepto la isla de Jeju. Con el vacío de poder se da un golpe militar tan solo dos meses después, pero la ciudadanía que venía protestando desde hacía algunos meses siguió saliendo a las calles.
En la primavera de 1980, exactamente en el mes de mayo, las principales ciudades del país estaban llenas de estudiantes marchando, los líderes estudiantiles estaban solicitando el levantamiento de la Ley Marcial y la dimisión de Chun Doo Hwan. Por ejemplo, los estudiantes realizaron plantones y marchas dentro de los campus trasladándose después a las calles. Una de las más numerosas se desarrolló en Seúl el 15 de mayo, tras una reunión de 40 representantes de 27 universidades del área de Seúl, ese día se manifestaron entre 70.000 y 100.000 estudiantes.

Gwangju no fue una excepción, durante aquellos días los estudiantes habían salido a manifestarse contra las medidas implementadas por el gobierno, el fin de semana del 17 de mayo se había decidido esperar para volver a manifestarse mientras tanto el gobierno arremetió contra los líderes estudiantiles capturando a varios y deteniéndolos; incluso los líderes políticos de oposición fueron arrestaron en ese periodo. Además, el gobierno mandó tropas armadas a la ciudad de Gwangju en la madrugada del 18 de mayo de 1980. Ese día empezó la tragedia que se perpetuó por diez días y que enlutó al país incluso cuarenta dos años después. El ejército perpetró una masacre en la ciudad entera, incluso en lugares aledaños, no se sabe el número de personas asesinadas pero fueron miles. Este hecho fue negado, incluso mencionando a espías norcoreanos, durante años por parte de los gobiernos de turno, pero los sobrevivientes aún siguen luchando por establecer la verdad de lo sucedido. Esta masacre y el movimiento democrático que se desprende desde la tragedia es uno de los hitos que se estudia en conjunto con otros eventos como la independencia o otros movimientos ciudadanos.

Las elecciones en los años noventa permitieron que llegue al poder ejecutivo una figura civil en lugar de militar, sin embargo, era un camino aún largo por recorrer. En la década de los ochenta tras lo ocurrido en Gwangju varias personas decidieron tomar su vida por la búsqueda de la verdad y la democracia en el país, por ejemplo, de acuerdo con la investigadora Lee Nam Hee, al menos treinta y siete personas, entre estudiantes, campesinos y trabajadores cometieron actos como autoinmolación, mientras demandaban la verdad sobre lo ocurrido en Gwangju. Este pequeño panorama nos muestra como la década de los ochenta fue un periodo de lucha por una nación mejor, que ahora está materializada y el sueño se hizo realidad.
Escrito por: Andrea Ramirez
Revisado por: Angie Salavarria