________________________________________________________ Literatura Coreana ____________________________________________________________
Las mujeres son algo más que personas
Explorando el legado de Na Hye-Seok: redefiniendo el rol de la mujer en la sociedad coreana.
La literatura coreana moderna, que floreció entre finales del siglo XIX y principios del XX, nació en un momento de intensos cambios políticos, económicos y sociales en Corea. Impulsada por la apertura forzada de Corea al mundo exterior y la ocupación japonesa en 1910, esta transformación llevó a la literatura tradicional coreana, profundamente influenciada por valores confucianos, a abrirse hacia temas más contemporáneos y profundos. La pérdida de soberanía, el anhelo de independencia y las preocupaciones sociales de la época se convirtieron en protagonistas de una literatura que, bajo la censura japonesa, adoptó formas de resistencia y abordó por primera vez temas como la identidad, la desigualdad social y los derechos de las mujeres.
Durante las décadas de 1910 y 1920, surgió la primera generación de escritoras modernas en Corea, encabezada por figuras como Kim Myong-sun (1896–?; conocida como T’ansil), Na Hye-seok (1896–1948; Chongwol) y Kim Won-ju (1896–1971; Iryop). Todas nacieron en 1896, justo después de la Guerra Sino-Japonesa, y crecieron en una sociedad que restringía severamente el papel de las mujeres, limitándolas a ser “buenas esposas y madres sensatas”. Sin embargo, sus escritos desafiaron estas limitaciones, explorando temas como el amor, el matrimonio, la familia, la feminidad y la vida doméstica, y revelando los conflictos y restricciones que enfrentaban las mujeres en aquella época. Cada autora aportó una voz particular, marcada por sus experiencias y aspiraciones, y se convirtieron en figuras que reflejan los dilemas y desafíos de su tiempo.
Las mujeres coreanas enfrentaban una doble carga de discriminación: no solo lidiaban con las barreras de una sociedad patriarcal, sino también con las restricciones impuestas por la ocupación japonesa, que frenaban aún más su acceso a la educación y las artes. Las políticas coloniales japonesas les cerraban las puertas de la educación superior y las desalentaban activamente de participar en el ámbito literario. Sin embargo, estas pioneras de la literatura coreana comenzaron a abrirse paso, desafiando estas limitaciones y encontrando un espacio en revistas como Chosun y Gaebyeok. Allí, compartían sus experiencias, hablaban de los problemas que las rodeaban y expresaban sus ideas de cambio. Publicar sus escritos era mucho más que una simple actividad cultural: se convirtió en un acto de resistencia contra el patriarcado y la opresión colonial, una forma de reclamar voz y visibilidad en un mundo que intentaba silenciarlas.
En la ficción coreana moderna, los nombres de autores masculinos como Kim Tong-in, Yom Sangsop, Hyon Chin-gon y Na Do-hyang suelen ocupar los titulares y la mayoría de las investigaciones literarias. Sin embargo, la figura de Na Hye-seok sobresale no solo por su talento literario, sino también por su valentía al abordar temas revolucionarios para su tiempo. Na Hye-seok fue pionera al escribir sobre la identidad femenina, la libertad personal y los derechos de las mujeres en una sociedad dominada por el patriarcado. En sus textos, exploraba temas como el divorcio, el matrimonio y la libertad de amar, en una época en la que las mujeres eran mayormente vistas como posesiones de sus esposos.
Na Hye-seok fue una artista polifacética: poeta, pintora y ensayista. Su ensayo “Una petición por el amor libre” y su vida misma —incluyendo su divorcio, un acto escandaloso para la época— rompieron abiertamente con las normas sociales y consolidaron su legado como una voz vital para la emancipación femenina en Corea. Sin embargo, no fue hasta los años 80 que sus contribuciones comenzaron a ser valoradas objetivamente. Investigaciones como la de Pak Yonghye y So Chogja en “Las actividades literarias de las mujeres modernas” (한국 근대 여성 연구, 1987) abrieron el camino para una apreciación más justa de su impacto en la literatura y la sociedad coreana.
“El escenario está preparado para las mujeres del siglo XX, que proclama para ellas que: ‘Las mujeres pueden entender lo mismo que los hombres. La naturaleza básica de la mujer, es decir, su capacidad mental, no difiere de la del hombre. En cuanto al trabajo diario, puede haber algunas distinciones entre hombres y mujeres. Ustedes, mujeres, libérense de su superficialidad y reclamen su alma.’ Las mujeres coreanas también deberíamos participar apasionadamente en este escenario. Se dice que Rousseau dijo: ‘Antes de crear eruditos y generales, primero crearía seres humanos.’ Yo soy mujer. Debería saber lo que es una mujer. Soy coreana. Debería saber qué deben hacer los coreanos…” (Na, 1923).
Na Hye-seok (나혜석), conocida por su seudónimo Cheongwol (청월), fue una pionera no solo en la literatura y la pintura coreanas, sino también en el movimiento feminista de principios del siglo XX. Desde niña, destacó por sus habilidades artísticas y su excepcional rendimiento académico. Su pasión por el arte la llevó a estudiar en la Academia de Arte de Tokio (Tokyo Art School), donde se convirtió en la primera mujer coreana en obtener un título en pintura. Este logro rompió barreras y abrió un camino inédito para las mujeres de su país en el ámbito artístico. Además de su carrera artística, Na Hye-seok se destacó como una ferviente defensora de los derechos de las mujeres, utilizando su plataforma para promover la igualdad de género en una época de profundas desigualdades.
El encuentro de Na Hye-seok con las ideas feministas ocurrió cuando llegó a Tokio en la década de 1910, un periodo en el que las mujeres japonesas comenzaban a alzar la voz en la lucha por sus derechos. Durante este tiempo, surgió el movimiento feminista Seito, fundado por Hiratsuka Raicho, que abogaba por la igualdad de género y la independencia femenina. Este movimiento estaba influenciado por las ideas revolucionarias de pensadoras como Ellen Key, cuyas propuestas sobre la liberación femenina se extendieron por diversas partes del mundo. La exposición de Na Hye-seok a estas corrientes de pensamiento amplió su perspectiva, llevándola a cuestionar y desafiar las normas patriarcales profundamente arraigadas en la sociedad coreana, lo que la motivó a convertirse en una defensora activa de los derechos de las mujeres en su país.
Influenciada por las ideas feministas que conoció en Tokio durante la década de 1910, canalizó estas perspectivas en su obra literaria y artística, convirtiéndose en una figura pionera del feminismo en Corea. Un ejemplo temprano de su enfoque crítico es el relato “이상적 부인” (La esposa ideal), publicado en 1914 en la revista 학지광 (“Luz del conocimiento”). En este texto, Na cuestiona abiertamente los roles patriarcales asignados a las mujeres y aborda temas innovadores para su época, como el amor, el matrimonio y la libertad personal. A lo largo de su carrera, estas ideas se profundizaron, consolidándola como una defensora de los derechos de las mujeres y una voz que desafiaba las normas tradicionales. A través de su pluma y su pincel, retrató los dilemas de la mujer moderna coreana, rompiendo barreras sociales y culturales, y dejando un legado imborrable como una de las primeras figuras que abogaron por la igualdad de género en Corea.
Na Hye-seok destacó como una figura clave en la literatura y el arte coreano al desafiar las normas sociales de su tiempo. A través de relatos cortos y poemas publicados en influyentes medios como Kaebyok, Shinyosong y Donga Ilbo, abordó temas tabúes relacionados con el rol de la mujer en la sociedad. En 1918, su relato debut “경희” (Kyonghui), publicado en la revista 여자계 (Mundo de Mujeres), marcó el inicio de su compromiso literario con la reflexión sobre la educación y la independencia femenina. Su impacto en el ámbito artístico también fue significativo: en 1921, realizó su primera gran exposición en el edificio Maeil Sinbo, donde presentó cerca de setenta pinturas que rompieron barreras en un espacio dominado por hombres. Este éxito se consolidó con su participación en la primera Exhibición Nacional de Arte Coreano en 1922 y en ediciones posteriores. En ese mismo período, su obra “인형의 집” (Casa de muñecas), inspirada en el personaje de Nora de Henrik Ibsen, conectó las luchas de las mujeres coreanas con el movimiento feminista global, cuestionando los roles tradicionales y presentando una visión transformadora de la mujer como dueña de su propio destino.
La novela Kyonghui (1918), con tintes autobiográficos de Na Hye-seok, presenta una visión innovadora sobre el papel de la mujer en una sociedad marcada por estrictos roles patriarcales. A través de su protagonista, Kyonghui, Na desafía tanto la imagen tradicional de la mujer como la idealizada shinyosong o “mujer nueva” promovida por los primeros movimientos femeninos en Corea. En la historia, la educación emerge como el pilar fundamental para lograr la autonomía y la independencia económica, conceptos profundamente revolucionarios en el contexto de principios del siglo XX. Kyonghui, una joven con aspiraciones intelectuales, enfrenta la presión de su familia, especialmente de su padre, para abandonar sus estudios y casarse. Sin embargo, inspirada por ideas feministas y consciente de su propio valor, decide romper con las expectativas sociales y seguir su propio camino. Para Na Hye-seok, el ideal de mujer no radicaba en cumplir roles predefinidos, sino en desarrollar el carácter y el autoconocimiento, priorizando la independencia personal sobre la validación externa. Así, Kyonghui se convierte en un símbolo de una mujer que busca su bienestar y autonomía mediante la educación y el autocuidado, rompiendo con los estereotipos de su época (Kim, 2002).
En 1920, Na Hye-seok contrajo matrimonio con Kim Uyong, esperando reflejar el ideal de la mujer moderna que promovía. Sin embargo, el matrimonio, que resultó en cuatro hijos, estuvo marcado por tensiones derivadas de las expectativas tradicionales y el deseo de Na de autonomía, lo que culminó en su divorcio en 1930. Este hecho, escandaloso en la sociedad coreana de la época, estuvo rodeado de rumores de adulterio, afectando su carrera y reputación.
A pesar del aislamiento y el deterioro de su salud en los años posteriores, Na utilizó el arte y la literatura como medios para abordar temas tabú como el divorcio y la independencia femenina. Obras como Confesiones de mi divorcio (1934) y Madre e hija (1937) reflejan su lucha personal y su firmeza en desafiar el patriarcado. Aunque incomprendida en su tiempo, su legado como pionera del feminismo en Corea perdura, inspirando a generaciones de mujeres a cuestionar su rol en la sociedad y a luchar por sus derechos.
Na Hye-seok no solo dejó una marca en la literatura y el arte coreano, sino que también sentó las bases del feminismo en Corea. Su vida y obra demuestran el poder transformador de la creatividad y la importancia de resistir ante las estructuras opresivas, convirtiéndola en un símbolo de empoderamiento y liberación que resuena hasta nuestros días.
Referencias
Chandra, V. (2004). Creative Women of Korea: The Fifteenth through the Twentieth Centuries Young-Key Kim-Renaud (Vol. 63).
Peter H. Lee. (2003). A History of Korean Literature. Cambridge University Press.
Park, M. M.-W. (2024). “Divorcio” : la autobiografía de Na Hye-seok. Estudios de Asia y Africa, 59(1 (183)), 109–120.
Kim, Y. (2002). Creating New Paradigms of Womanhood in Modern Korean Literature. Korean Studies, 26(1), 1. https://doi.org/10.1353/ks.2002.0009
Kim, Y. (2002). Na Hye-so˘k at her art studio, 1932. [Fotografía]. En Creating New Paradigms of Womanhood in Modern Korean Literature (p.22). Korean Studies
Kim, Y. (2002). Na Hye-so˘k in Paris, circa 1928. [Fotografía]. En Creating New Paradigms of Womanhood in Modern Korean Literature (p.18). Korean Studies
Kim, Y. (2002). Na Hye-so˘k with her four children, circa 1930. [Fotografía]. En Creating New Paradigms of Womanhood in Modern Korean Literature (p.20). Korean Studies
Na, H. (n.d). Mansangjeong Pavilion on Mt. Geumgangsan [Pintura]. Google Arts & Culture. https://artsandculture.google.com/asset/mansangjeong-pavilion-on-mt-geumgangsan/VAG0XJ_io86q3g